Castigar no es educar, por
tanto te presento unas reglas básicas para aprender a reprender a tu hijo.
Nunca
castigues con rabia.
Castiga
con sentido.
Que el niño
entienda las relaciones de causa-efecto entre la falta y el castigo.
No digas malas
palabras.
Enséñale de
buena manera porque fue un error.
Fortalece las
conductas positivas.
Impone
un castigo ejemplar.
MÁS
EDUCACIÓN, MENOS GOLPES…